"Decían que era muy sargenta, así que dejé de ser la sargenta y me hice la sargento"
A lo largo de la historia de la lengua española se ha dado una evolución morfológica de los nombres de profesión, así, la tendencia general para formar el femenino de los nombres de profesiones consiste en añadir -a, tanto en oficios cualificados como no cualificados, por ejemplo: profesor/-a, agricultor/-a, panadero/-a, etc.
Sin embargo, pese a esta usual tendencia, existen otras profesiones tradicionalmente masculinas en las que para formar el género femenino se utiliza únicamente como determinante el artículo que precede al nombre de éstas. Como por ejemplo las relacionadas con el ámbito militar: el soldado/la soldado, el piloto/la piloto, el capitán/la capitán, etc.
El motivo de esta peculiaridad tiene un orígen meramente histórico. En estas profesiones, la mujer se ha incorporado tardíamente con respecto al hombre al igual que la construcción de su género. Como consecuencia de esto, la palabra que resultaba al formar el género femenino presentaba las siguientes problemáticas:
Sin embargo, pese a esta usual tendencia, existen otras profesiones tradicionalmente masculinas en las que para formar el género femenino se utiliza únicamente como determinante el artículo que precede al nombre de éstas. Como por ejemplo las relacionadas con el ámbito militar: el soldado/la soldado, el piloto/la piloto, el capitán/la capitán, etc.
El motivo de esta peculiaridad tiene un orígen meramente histórico. En estas profesiones, la mujer se ha incorporado tardíamente con respecto al hombre al igual que la construcción de su género. Como consecuencia de esto, la palabra que resultaba al formar el género femenino presentaba las siguientes problemáticas:
- El nombre femenino ya estaba asignado para definir otro concepto. Como por ejemplo sucede con soldada, (referido al sueldo del soldado) y con asistenta (criada).
- El nombre femenino es homófono de la ciencia o disciplina. Ejemplo de ello es física y química, cuyo femenino actualmente está aceptado para el DRAE.
- El nombre femenino tiene connotaciones despectivas. Ejemplo: la sargenta, comúnmente para designar a una mujer corpulenta y varonil.
- El nombre femenino se asocia con "esposa de". Un ejemplo sería la capitana y la almiranta, esposas del capitán y almirante respectivamente.
- El nombre femenino no resulta eufónico. Es el caso de la pilota.
En este artículo del diario del EL PAIS, podemos encontrar esta cuestión tan controvertida.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/lenguaje/sexista/Hay/forzar/cambio/elpepusoc/20080614elpepisoc_1/Tes
Bibliografía:
LAPESA Rafael, HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (Madrid, 1988) Editorial GREDOS
Ana Almendro Franco
Laura Amate Biedma
Paloma Esteban Sánchez
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/lenguaje/sexista/Hay/forzar/cambio/elpepusoc/20080614elpepisoc_1/Tes
Bibliografía:
LAPESA Rafael, HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (Madrid, 1988) Editorial GREDOS
Ana Almendro Franco
Laura Amate Biedma
Paloma Esteban Sánchez
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